He aquí mi nuevo trabajo, mainLINE.
Como en otras ocasiones, se trata de un vídeo que pretende mostrar un fragmento editado de lo que pudiera ser una sesión visual en directo y por tanto, ha de ser visto y entendido como tal (no es un videoclip musical). Los recursos utilizados en la producción son, precisamente, los usados en una sesión en vivo (el software empleado ha sido el Resolume, un programa de mezcla visual en directo).
El objetivo fundamental de este vídeo, era hacer uso de un nuevo material que diseñé hace ya un tiempo. Esta nueva materia, son las líneas luminosas que aparecen a ritmo fugaz durante el mismo, que no son más que decenas de fotogramas estáticos creados en Photoshop, reproducidos azarosamente a una gran velocidad y con algún efecto que intensifica su expresividad. Por ejemplo, aquí tenéis algunos de esos fotogramas sin ningún efecto posterior:
Y para darle sentido a dicho material, cogí algunos fragmentos de la película Diario de un Rebelde, de Leonardo diCaprio (1995), y comencé a montar una secuencia coherente con la intención de suscitar las sensaciones más oscuras y caóticas del ser humano: la locura, el colapso… el nerviosismo llevado al extremo. En definitiva, neuronas agitándose de manera descontrolada, la mente humana funcionando a un ritmo tan vertiginoso que se escapa de nuestro control. Tarde o temprano, todos pasamos por una situación similar.
La música, una majestuosa obra maestra de 4 Strings (Mainline), no hace sino intensificar la expresividad de la obra visual; de hecho, reconozco que la canción ha sido quien ha marcado el ritmo y ha dado el sentido final al vídeo. La progresión electrónica que acaba desbordando, expresa perfectamente la idea que quería transmitir.
Con esto quiero hacer entender que, el visual, es mucho más que proyectar unas gogos bailoteando sin fundamento (aunque en ocasiones sea lo conveniente). Desde que decidí entrar en este mundo, siempre he creído que el visual tiene que transmitir y no sólo acompañar a la música. Supongo que ahí está la diferencia entre un verdadero VJ y un simple pinchavídeos.
Y nada más, agradecer a mi amigo Ángel los medios prestados y a Zentrum CLIP de Ibercaja, la asistencia y ayuda en la edición del vídeo. Espero que os guste.
